Destinos de la ayuda humanitaria de la Comisión Europea en 2013.

Fecha: 10/01/2013
Comentario:

Destinos de la ayuda humanitaria de la Comisión Europea en 2013 (Nota de Prensa).

 

 

La Comisión Europea acaba de adoptar un plan de asignación de más de 661 millones de euros de fondos destinados a la ayuda humanitaria en 2013. La llamada Decisión sobre la ayuda humanitaria en todo el mundo será el eje financiero de la Estrategia operativa de la ayuda humanitaria de la Comisión en 2013. La Comisión financiará intervenciones humanitarias gestionadas por más de 200 de sus organizaciones asociadas en casi 80 países o regiones. 

Sobre la base de una evaluación en profundidad de las necesidades de las poblaciones más vulnerables del mundo, las cinco mayores operaciones de ayuda humanitaria se desarrollarán en la región del Sahel (África occidental), que incluirá una mayor respuesta a al conflicto de Mali (82 millones de euros), Sudán y Sudán del Sur (80 millones de euros), la República Democrática del Congo (54 millones de euros), Pakistán (42 millones de euros) y Somalia (40 millones de euros). Se trata en todos los casos de crisis prolongadas a gran escala originadas en conflictos, carestías o ambas razones. Geográficamente, la mayor parte de la ayuda se destinará al África subsahariana, que recibirá 344,5 millones de euros, lo que representa el 52 % de la financiación humanitaria preprogramada de la Comisión.

Kristalina Georgieva, comisaria europea de Cooperación Internacional, Ayuda Humanitaria y Respuesta a las Crisis, ha declarado lo siguiente: «El alcance y la magnitud de la Decisión de la Comisión sobre la ayuda humanitaria en todo el mundo es un sencillo recordatorio de la amplitud de las necesidades humanitarias mundiales. Para cientos de millones de personas, las crisis no son acontecimientos infrecuentes, sino penalidades recurrentes y, aparentemente inevitables. La ayuda humanitaria es una expresión fundamental de nuestra humanidad hacia quienes sufren. Además de las necesidades materiales básicas que satisface, he observado cómo representa también un motivo de esperanza para las personas que han perdido casi todo lo demás.»
«Como en el pasado, la UE prestará su ayuda humanitaria en función únicamente de la urgencia de las necesidades de la población, con independencia de cualquier programa político. A lo largo del pasado año, he visitado numerosas regiones en conflicto de todo el mundo, como Mali, Siria y otros países, donde, para hacer llegar la ayuda a la población necesitada, debe percibirse como neutral y no favorecer a ninguna de las partes en conflicto. Este seguirá siendo un principio fundamental de las actuaciones de emergencia de la UE.»

Como en años anteriores, una parte del presupuesto se dedica a las crisis olvidadas, es decir, a las poblaciones que reciben poca atención de los medios de comunicación y para las cuales la Comisión suele constituir la única gran donante. En 2013, la Comisión ha identificado varias poblaciones que, en nueve países (Argelia, Bangladés, República Centroafricana, Colombia, India, Birmania, Pakistán, Sri Lanka y Yemen), cumplen estos criterios. La única nueva crisis de este año es la provocada por el conflicto y los desplazamientos internos en Pakistán. Otras crisis olvidadas de larga duración son el conflicto armado provocado por el Ejército de Resistencia del Señor en la República Centroafricana, los refugiados saharauis en Argelia y las víctimas del conflicto en Colombia.

La comisaria ha señalado también lo siguiente: «La nueva financiación para crisis antiguas no debe hacernos caer en la autocomplacencia en nuestros esfuerzos. De hecho, deseo que 2013 sea la ocasión para innovar, sobre todo mejorando la capacidad de respuesta ante las emergencias del sector; colaborando con nuevos donantes, y fomentando la capacidad de resistencia a las crisis en las comunidades más pobres mediante nuestras nuevas iniciativas, como AGIR Sahel y SHARE (Cuerno de África). Los grandes retos para que esta ayuda sea eficaz serán conseguir acceder a quienes más la necesiten y garantizar la rendición de cuentas en lo que respecta a nuestra ayuda, tanto de cara a los contribuyentes de la UE como a los beneficiarios. Se trata de ámbitos en que son cruciales la coordinación y el liderazgo en un momento de graves restricciones presupuestarias y con un panorama humanitario cada vez más difícil».
Contexto
La Decisión sobre la ayuda humanitaria en todo el mundo se basa en una evaluación global de las necesidades anual, en la que la Comisión Europea clasifica 140 países desarrollo desde el punto de vista de su vulnerabilidad y de la aparición reciente de una crisis. En 2012, utilizando la metodología de la evaluación global de las necesidades, la Comisión identificó 68 países que estaban sufriendo al menos una crisis humanitaria. De ellos, quince se clasificaron como «extremadamente vulnerables», nueve de ellos en el África subsahariana.
Además de los 661 millones de euros que la Comisión ha asignado a los problemas humanitarios más difíciles de resolver de todo el mundo, se dispone de una reserva de recursos durante el año para afrontar crisis y catástrofes imprevisibles. En 2012, se utilizó toda la reserva debido a las graves catástrofes producidas en la región del Sahel en África occidental, la escalada del conflicto en Siria, la República Democrática del Congo y Sudán. Todas esas crisis dieron pie a nuevos desplazamientos y violencias contra los civiles. Estas respuestas de emergencia adicionales hicieron ascender el importe total de la financiación humanitaria de la Comisión a casi 1 300 millones de euros en 2012, lo que representa el gasto anual de la Comisión en ayuda humanitaria más alto de la historia.
La asistencia humanitaria de la UE se basa en los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia. Todas las decisiones en materia de ayuda humanitaria deben ajustarse a esos cuatros principios, que son centrales en el Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria.
La ayuda humanitaria de la UE se distribuye exclusivamente atendiendo a esos principios y, sin excepciones, aspira a ayudar a los más necesitados, con independencia de su nacionalidad, religión, sexo, origen étnico o adscripción política.

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