Comunicado de Prensa de la OIM. Día Internacional del Migrante.

Fecha: 15/12/2011
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Comunicado de Prensa de la OIM. Día Internacional del Migrante.

Al conmemorar el Día Internacional del Migrante, la OIM señala que la falta de un acceso adecuado a los servicios de atención de salud para los migrantes en la mayoría de los países es una omisión de salud pública preocupante que cabe encarar urgentemente en un mundo cada vez más dependiente de la movilidad humana.
Habida cuenta que hay más de 1.000 millones de migrantes en el mundo, de los cuales 214 millones son migrantes internacionales, cada país del mundo depende de la mano de obra, competencias o conocimientos de los migrantes o bien de los 404.000 millones de dólares EE.UU. que enviaron en 2011 como remesas.

Sin embargo, uno de los mayores retos actuales en el ámbito de la salud mundial es la migración.Los migrantes son una de las poblaciones más afectadas por la falta de acceso a servicios de atención de salud. Las diferencias lingüísticas o culturales, la falta de servicios de atención de salud accesibles o de un seguro médico, los obstáculos administrativos, la situación jurídica y el hecho de que los horarios de trabajo de los migrantes sean sumamente largos y poco prácticos, son las principales barreras a las que deben hacer frente.
Los migrantes no documentados suelen correr el peligro de ser objeto de violencia y explotación, también padecen malas condiciones de vida y condiciones de trabajo inseguras debido a su situación irregular, y son la categoría de migrantes más vulnerable. El temor a la deportación también significa que los migrantes irregulares no suelen solicitar asistencia sanitaria a menos de que haya una emergencia o cuando ya es demasiado tarde.
El Director General de la OIM, Sr. William Lacy Swing, declaró: "Los países saben que hay que hacer frente a las desigualdades sanitarias que padecen las comunidades vulnerables en sus países. Este reconocimiento tiene que incluir a los migrantes que, lamentablemente, son uno de los grupos más discriminados y vulnerables de la sociedad actual, y que siguen siendo prácticamente invisibles en el orden del día mundial sobre la salud."
Actualmente, son muy pocos los países en el mundo que ofrecen una atención de salud para todos, incluidos los migrantes irregulares. A título de ejemplo, cabe señalar la Argentina, Brasil, Francia, Portugal y España.
A pesar de las recientes crisis sanitarias -por ejemplo, el síndrome respiratorio agudo y grave, y la gripe aviar- y de la reemergencia de enfermedades como la tuberculosis, que ponen de relieve la urgente necesidad de incorporar a los migrantes en los sistemas de atención de salud, los progresos registrados a nivel mundial en este ámbito son desafortunadamente muy lentos.
Ahora bien, se observan ciertos pasos positivos en el debate sobre la salud de los migrantes que comprenden la Resolución 61.17, de la Asamblea Mundial de la Salud, en 2008, que exhorta a los miembros de la OMS a promover la salud de los migrantes; la Resolución del Parlamento Europeo para reducir las desigualdades en salud en la Unión Europea, de marzo de 2011; y la Declaración de Dhaka de los países de origen de migrantes asiáticos, de abril del año en curso, que insta a que se incluyan en las políticas nacionales de salud de los países de destino a las poblaciones de migrantes.
El Sr. Swing añadió: "Por muy decididos que sean estos pasos, lo que se necesita son declaraciones y resoluciones que se traduzcan en una acción tangible. También es necesario que se incorporen más países en la lista de quienes dan un acceso equitativo a los servicios de atención de salud para todos. Ello tiene verdaderamente un sentido humano, económico y social."
La OIM considera que circunscribir a los migrantes únicamente a la atención de emergencia no corresponde a sólidos principios de salud pública. Este tipo de restricciones traen consigo muy malos resultados sanitarios a nivel individual y acrecienta los riesgos para la salud pública, particularmente en lo que se refiere a las enfermedades contagiosas. Además, termina costando mucho más que si los migrantes hubieran tenido acceso a cuidados preventivos o la atención primaria de salud.
A pesar de la sensibilidad política y social que suscita la migración, la mayoría de los gobiernos ha reconocido que los migrantes son una necesidad económica y que los países no pueden funcionar sin ellos. Ahora bien, la OIM arguye que los migrantes son antes que nada seres humanos y no deben considerarse como simples mercancías comerciales y desechables.
Para concluir, el Director General, Sr. Swing, dijo que: "Los migrantes han demostrado, una y otra vez, la contribución positiva que aportan al desarrollo de sociedades y economías. Su exclusión de los servicios y políticas sociales no es solamente una denegación del derecho humano fundamental a la salud, sino también un afán desplazado de calmar ciertos temores y percepciones públicas en cuanto a los migrantes, que los consideran una carga para los servicios sociales. Ha llegado el momento de que los países asuman la realidad, tomen medidas y se atengan al principio al que suscriben de derecho a la salud para todos." 
© OIM
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