Comunicado de Cáritas Diocesana de Girona ante “la iniciativa d’alguns ajuntaments catalans demanant més “control” sobre la immigració”.

Fecha: 11/02/2011
Comentario:

Comunicado de Cáritas Diocesana de Girona ante “la iniciativa d’alguns ajuntaments catalans demanant més “control” sobre la immigració”. 

Cáritas Diocesana de Girona ha hecho pública una declaración en la que aporta algunas reflexiones y propuestas sobre las recientes mociones presentadas por algunos municipios catalanes de cara a los procesos de reagrupación familiar de los inmigrantes.  En dicho escrito Cáritas pide que no se limite el derecho al reagrupamiento familiar y el arraigo social por cuestiones de convivencia.

Este es el texto íntegro de la nota de Cáritas Girona:
"Todos somos ciudadanos: Reflexiones y propuestas de Cáritas Diocesana de Girona ante la de algunos Ayuntamientos catalanes pidiendo más "control" sobre la inmigración.
Ante las mociones presentadas por algunos Ayuntamientos de Cataluña en que solicitan que sus informes sean decisivos para dar luz verde a los procesos de reagrupamiento familiar y arraigo de las personas recién llegadas, especialmente cuando vulneren las ordenanzas cívicas, queremos poner de manifiesto algunas consideraciones al respecto.
Estas iniciativas municipales pretenden aprovechar la falta de criterios comunes en la gestión de los empadronamientos y los informes de arraigo social, para promover así iniciativas que dificulten los procesos de regularización. Esta iniciativa de ahora ya había sido denunciada anteriormente por el Síndic de Greuges en el Informe monográfico sobre la gestión municipal de habitantes de enero de 2008.
Esta cuestión puede llegar a ser un goteo de medidas que acaben dificultando la plena integración y la cohesión social de los recién llegados, y pueden derivar, finalmente, hacia la configuración de un contexto de normalización de la desigualdad, la discriminación y, en definitiva, de una sociedad con ciudadanos de primera y de segunda.
Pedimos, pues, que no se limite el derecho a la reagrupación familiar y el arraigo social por temas de convivencia. Pretender limitar este derecho, con el pretexto del comportamiento incívico del solicitante, no sólo atentaría contra sus derechos fundamentales, sino que posiblemente sería contraproducente de cara a su integración y conducta futuras.
En Cáritas siempre intentamos trabajar, con una mirada renovada, una de las realidades más significativas de nuestro mundo tan diverso y cambiante: la presencia de personas inmigradas entre nosotros. El tiempo transcurrido no ha hecho sino confirmar la necesidad de desarrollar una reflexión más serena y pausada sobre este tema tan evidente. Y para hacer realidad ese futuro más justo, Cáritas trabaja con coherencia para hacer desaparecer las causas y lucha para combatir las consecuencias.
Queremos dedicar una atención especial, en estos momentos, a las personas inmigradas "sin papeles", seres humanos con escasas posibilidades de defensa, presa fácil de gente sin escrúpulos o de posibles decisiones administrativas que rayen la arbitrariedad. La indefensión en que viven estas personas inmigradas las convierte a menudo en víctimas vulnerables de sus derechos humanos. Acciones y comportamientos a los que se ven forzados y que normalmente pasan inadvertidos y por eso mismo se pueden repetir impunemente. Esta vulnerabilidad peculiar es ya, en sí misma, razón suficiente para que Cáritas les dedique parte de su atención apoyándoles con fórmulas creativas y valientes.

Por todo ello, Cáritas de Diocesana de Girona pide a las diferentes Administraciones, y especialmente a los Ayuntamientos, que centren sus esfuerzos en:

  • Reconocer todas las personas empadronadas en los respectivos municipios como ciudadanos y administrados de su pueblo / ciudad, con derechos y obligaciones. 
  • No pedir que se incluya en el nuevo Reglamento de extranjería la posibilidad de tener en cuenta las ordenanzas municipales. Y el cumplimiento de la normativa para el reagrupamiento familiar y la autorización de residencia por arraigo, respetando así la normativa aprobada en Cataluña: el Plan de Ciudadanía e Inmigración, el Pacto Nacional para la Inmigración y la Ley de Acogida. 
  • Trabajar para la cohesión social y promover iniciativas que pongan el acento en la prevención del racismo. 
  • Sensibilizar a la sociedad para un cambio de mentalidad y apostar decididamente por las políticas de integración. 
  • Crear espacios de diálogo, para mejorar la convivencia y la cohesión social. 
  • Utilizar criterios comunes y homogéneos, a todos los ayuntamientos catalanes, en los trámites administrativos de los extranjeros, con seguridad jurídica e igualdad de trato. 
  • Aceptar que "Somos una sociedad diversa, para siempre", como dice literalmente el Pacto Nacional para la Inmigración, firmado por las fuerzas políticas mayoritarias de Cataluña y el resto de representantes empresariales, trabajadores y sociedad civil catalanas. 

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