La Comisión propone una mejor gestión de la emigración a la UE.

Fecha: 04/05/2011
Comentario:

La Comisión propone una mejor gestión de la emigración a la UE.

La Comisión ha presentado hoy iniciativas para crear un planteamiento más estructurado y global que permita a la UE reaccionar rápidamente ante los retos y oportunidades creados por la emigración, sobre todo, en vista de los actuales acontecimientos que se están produciendo en el Mediterráneo. Las iniciativas abarcan varios aspectos de la migración, incluidos la intensificación de los controles fronterizos y la gobernanza Schengen, la culminación del de sistema europeo común de asilo, la mejor orientación de la migración legal, el intercambio de mejores prácticas con vistas a la buena integración de los inmigrantes y el desarrollo de un planteamiento estratégico para las relaciones sobre migración con terceros países. Estas iniciativas se suman a las medidas urgentes a corto plazo que ya ha tomado la Comisión para abordar la situación migratoria en el Mediterráneo y las presiones migratorias sobre los Estados miembros fronterizos.
Cecilia Malmström, Comisaria de Interior, declaró: «Es evidente que la UE necesita una política común sólida de asilo y migración, lo cual se ha puesto aún más claramente de manifiesto en los últimos meses, dados los acontecimientos históricos que se están desarrollando en el Norte de África. La UE ha de hacer honor a su vocación de refugio a quien necesite protección y, al mismo tiempo, ha de ser solidaria tanto con los países del Norte de África que actualmente cobijan a la gran mayoría de los emigrantes de Libia, como con aquellos de nuestros Estados miembros que se enfrentan con el mayor influjo de emigrantes por mar. También está claro que la UE se beneficiaría de la llegada de inmigración con determinadas cualificaciones laborales para poder hacer frente a la escasez de mano de obra prevista en muchos sectores y para invertir el declive de la población europea en edad de trabajar que se espera en los próximos años. Pero, al mismo tiempo, la migración ha de ser gestionada correctamente; esto implica que han de aplicarse controles fronterizos efectivos y ha de repatriarse a los inmigrantes irregulares. Esto también significa que no debemos dejar a su suerte a los Estados miembros situados en las fronteras exteriores para hacer frente a situaciones migratorias extraordinarias. Y esto implica crear asociaciones migratorias y de movilidad con países no pertenecientes a la UE con vistas a la cooperación. Debemos tener presentes estos objetivos a largo plazo también al abordar las necesidades más urgentes resultantes de las turbulencias en el Norte de África».
Aunque los acontecimientos que se están produciendo en el Mediterráneo Meridional llevan la esperanza de una vida mejor a millones de personas, también han provocado el desplazamiento de unos 650 000 individuos que se han visto obligados a huir de la violencia en Libia. Hasta la fecha, son muy pocos los solicitantes de asilo que han llegado a Europa. No obstante, más de 25 000 personas han optado por buscar una vida mejor en la UE. Algunos Estados miembros de la UE están expuestos más directamente a la llegada masiva de emigrantes que otros, pero esta situación no puede abordarse solamente a nivel nacional: exige la movilización de todos los Estados miembros a nivel de la UE.
«Los recientes acontecimientos han suscitado también cierto grado de inquietud en cuanto al funcionamiento del sistema Schengen. La libertad de circulación de los ciudadanos entre países europeos es un inmenso logro que no sólo no debe revertirse, sino que además debe consolidarse. Por ese motivo, la Comisión ha propuesto ya un mecanismo de evaluación perfeccionado para asegurar el control efectivo de las fronteras exteriores. A fin de preservar la estabilidad de la zona Schengen, quizá sea necesario contemplar la reintroducción temporal de controles limitados de las fronteras interiores en circunstancias muy excepcionales, como la existencia de una presión inesperada sobre una parte de la frontera exterior», observó la Comisaria Malmström.
La UE ha respondido con prontitud a estos retos con las herramientas operativas y financieras de las que dispone. Se han movilizado fondos para gestionar la emergencia humanitaria generada por el flujo repentino de refugiados y personas desplazadas en los países vecinos de Libia. Junto con los fondos proporcionados a nivel bilateral, este apoyo ha posibilitado ofrecer refugio temporal a refugiados y personas desplazadas, cubrir sus necesidades básicas y ayudar a muchos de ellos a volver a sus países de origen. FRONTEX puso en marcha una operación conjunta (Extensión de Hermes de la REV 2011) destinada a ayudar a Italia a enfrentarse a la llegada de emigrantes y refugiados a las costas italianas. EUROPOL ha enviado un equipo de expertos a Italia para ayudar a las autoridades con funciones coercitivas a detectar posibles traficantes de seres humanos entre los emigrantes irregulares que hayan alcanzado el territorio italiano. Los Estados miembros más expuestos al creciente flujo de refugiados y emigrantes irregulares también han recibido ayuda financiera.
Aunque la respuesta de la UE ante la situación de emergencia ha sido global, la actual crisis ha puesto de manifiesto que existen aún vías para que la UE pueda hacer frente mejor a dichas situaciones y, de manera general, gestionar mejor la migración. Por tanto, la Comisión propone una serie de iniciativas que abarcan los siguientes aspectos:

  • Culminar antes de 2012 el sistema europeo común de asilo en consonancia con los valores fundamentales y las obligaciones internacionales de la Unión.
  • Intensificar el control fronterizo y la gobernanza Schengen para hacer frente a la emigración irregular, velar por que cada Estado miembro controle de manera efectiva su propia parte de frontera exterior de la UE de acuerdo con las normas y el espíritu del Derecho de la UE y para generar confianza en la eficacia del sistema de gestión de la migración de la UE.
  • Canalizar mejor la emigración legal a la UE para facilitar la inmigración de personas con las capacidades necesarias para ayudar a la UE a paliar la escasez prevista de mano de obra y conocimientos específicos y contribuir a invertir el declive esperado de la población en edad de trabajar.
  • Compartir las mejores prácticas derivadas de los enfoques que da cada Estado miembro a la integración de los inmigrantes legales en la UE, de forma que se exploten al máximo las ventajas económicas de la inmigración y se vele por la armonía social en la Unión.
  • Plantear de manera estratégica las relaciones con terceros países sobre cuestiones relacionadas con la migración para facilitar el desplazamiento de las personas a través de la mejora de las posibilidades de migración legal, en combinación con medidas para evitar la migración irregular.  

Próximos pasos
La Comunicación de la Comisión servirá de base de debate en el Consejo JAI extraordinario convocado para el 12 de mayo, al que seguirá un debate centrado en la migración que se celebrará en el Consejo Europeo del 24 de junio. A continuación, se tomarán iniciativas complementarias en las próximas semanas y meses, concretamente, un «paquete» sobre migración que deberá presentarse al Colegio para su adopción el 24 de mayo.
Antecedentes
Desde comienzos del año, se ha venido produciendo un desplazamiento masivo de poblaciones de varios países norteafricanos, especialmente de Libia. Según los últimos cálculos, más de 650 000 personas han abandonado el territorio de ese país para huir de la violencia. Estas personas han sido acogidas en países vecinos, principalmente, en Túnez y en Egipto, y, desde entonces, muchos han conseguido volver a sus respectivos países de origen o se les ha ayudado a ello.
Más de 25 000 emigrantes, principalmente procedentes de Túnez y, en menor medida, de otros países africanos, han huido hacia la UE y han alcanzado las costas de Italia (la mayoría, la isla italiana de Lampedusa) y Malta; ambos países se hallan actualmente bajo una fuerte presión migratoria. Además de los desplazados y los emigrantes, un número considerable de refugiados de distintas nacionalidades, (incluidos somalíes, eritreos y sudaneses) han abandonado Libia y algunos de ellos han conseguido llegar también a Italia y Malta. Estos acontecimientos han sometido a los sistemas de protección y recepción de algunos de los Estados miembros de la UE a una tensión creciente.

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